Patronas de Cádiz: Nuestra Señora de los Milagros Coronada, El Puerto de Santa María.

Nuestra Señora de los Milagros Coronada, o la Virgen de los Milagros, como es conocida popularmente en la ciudad de El Puerto, es una imagen de pequeñas dimensiones, del siglo XIII, tallada en madera de alerce, un tipo de conífera, frecuente en Centroeuropa y de madera rojiza, dura y rica en resinas, perteneciente, según el profesor don Francisco González Luque, al modelo iconográfico de Virgen majestad, sedente y entronizada, con el Niño en disposición lateral respecto a la Madre. Este tipo fue bastante utilizado durante la reconquista, para cristianizar los territorios conquistados a los musulmanes.

Gracias a la restauración que, en la década de los años 70, realizara el profesor de la Universidad de Sevilla Arquillo, se descubrió que el color original de la talla no era el moreno actual, sino que era claro y se ennegreció sucesivamente. Probablemente se intentara asemejar a los iconos bizantinos, muy de moda en el siglo XIV, o a la interpretación del Canto Primero del Cantar de los Cantares “Soy negra pero hermosa». Pudiera ser también que los distintos barnices aplicados a la imagen para protegerla, terminara dándole el aspecto moreno.

Posee la Santísima Virgen un rico ajuar, tanto en sayas como en ternos y joyas. Enmarca su cara con un fantástico rostrillo de oro y es coronada con una espectacular presea, realizada en oro y piedras preciosas, para su coronación canónica, por la joyería sevillana Reyes, valorada en 100.000 pesetas de la época. Luce, a sus pies, media luna de madera forrada de plata, del año de 1669, donada por los Duques de Medinaceli, y bastón de mando, como Alcaldesa Perpetua. Debajo de los ropajes, su cuerpo mutilado fue revestido, en el año de 1671, por un traje de plata, con camisa y falda, donado por los señores de El Puerto, los Duques de Medinaceli, casa ducal muy ligada a esta Imagen y que fueron los señores jurisdiccionales de El Puerto de Santa María, hasta la incorporación de esta a la Corona en el año de 1729.

Según cuenta la leyenda, la Virgen de los Milagros, se le apareció al rey Alfonso X El Sabio, y el nombre de la ciudad cambió por este acontecimiento, pasando a ser llamada Santa María del Puerto. En el año de 1281, el rey Sabio otorga el documento fundacional, la Carta Puebla el 16 de diciembre, a la antigua alquería medieval llamada Alcanatif, que pasó a llamarse Santa María del Puerto, en honor a la Virgen que era venerada, en esa época, en el santuario Alfonsí del castillo de San Marcos, donde permanece hasta el siglo XV, que es trasladada a la iglesia Mayor Prioral.

La relación del monarca con la Virgen de los Milagros fue tal que en su obra “Cantigas de Nuestra Señora” le dedica un importante número de composiciones. Lo cierto es que la aparición debió marcar al Sabio ya que le inspiró para uno de los legados culturales más famosos que dejó el rey. Estas Cántigas datan de mediados del siglo XIII-1284 y constituyen el cancionero religioso medieval de la literatura en galaico-portugués. Se trata de un conjunto de unas 420 composiciones, en honor a la Virgen María. La mayoría de ellas cuentan los milagros acaecidos con la intervención de la Virgen. Este cancionero está dedicado, en buena medida, a Santa María de El Puerto. Es más, se conoce como «Cancionero de Santa María de El Puerto» a un grupo de veinticuatro Cantigas, cuyo tema está relacionado directamente con Ella, su devoción, su santuario y sus milagros. 

Nuestra Señora de los Milagros Coronada en su camarin

Antes del año de 1572, al imponerse con fuerza la moda de vestir a las imágenes con ricos ropajes, fue mutilada y transformada afectando a su fisionomía original. Pasó de ser una talla completa de Virgen sedente con el Niño Jesús, probablemente, sobre su pierna izquierda y corona almenada, a ser una Virgen de apariencia recta con extremidades, cuerpo y Niño desaparecidos y elementos postizos añadidos, como la funda de plata cónica y vestidos y joyas. Entre otras mutilaciones, se le cercenan los brazos, para facilitar su vestimenta, y el primitivo infante es sustituido por el actual, de escuela sevillana.

Allá por el año de 1604, se funda una Cofradía para dar culto a la Virgen. Dos años más tarde, la imagen, conocida como Santa María del Puerto, paso a llamarse Nuestra Señora de los Milagros, según se cuenta, debido a los milagros que se le atribuyen en favor de la ciudad. En ese mismo año, con escritura de otrogamiento del suelo de una capilla en la iglesia Mayor, que dice literalmente: «En la Iglesia Mayor de esta Ciudad estaba una imagen de Nuestra Señora de los Milagros, por otro nombre Santa María del Puerto… Una de las imágenes de más devoción, milagros y antigüedad de toda España».

Seis años después, en el año de 1612, se acuerda el comienzo de las obras de adecentamiento de la capilla. Un año más tarde procesiona la Virgen de los Milagros por las calles de la ciudad. La Virgen recibía culto en el altar mayor, en su ornacina central, hasta que se terminan las obras de su capilla, construida sobre un antiguo cementerio, en el año de 1620, mediante cuestación popular, y la Imagen es puesta en dicha capilla. El recinto se compone de sacristía, escalera y camarín y consta de un espectacular retablo barroco de estilo sevillano y bronces, en cuya parte alta podemos observar la aparición de Santa María al rey Sabio.

Con la invasión de las tropas angloholandesas, en el año de 1702, la talla de la Santísima Virgen es trasladada hasta la ciudad vecina de Jerez de la Frontera.

El Duque de Fernandina, en representación del príncipe Filiberto Manuel de Saboya, realizó una importante donación de ornamentos, objetos y ropajes de plata a la imagen.

Era tal la fama y devoción que levantó, que en el año de 1729, el Rey Felipe V, junto con la familia real, presencia la procesión de la Santísima Virgen por las calles de la ciudad, al estar alojados en diferentes casa de la localidad. El propio Felipe V, Isabel de Farnesio, los principes de Asturias, los infantes Carlos, Felipe, Luis y la infanta Teresa costearon las predicaciones de los sacerdotes, desde el día 8 hasta el 15 de septiembre de ese año, con 100 ducados cada uno.

Se consagra, en el año de 1748, la Iglesia Mayor Prioral en su honor. Desde mediados del siglo XIII, aparece reflejada la Imagen de la Santísima Virgen en el escudo de armas de El Puerto, y es desde esa fecha cuando disfruta de la mayor devoción entre los portuenses, hasta tal punto que pasa la Iglesia Mayor Prioral a ser conocida como Santuario de la Virgen de los Milagros.

Según estudios de la archivera municipal, doña Ana Becerra, hasta el año de 1606, no existen noticias de la existencia de una Hermandad con el título de Nuestra Señora de los Milagros. Verdad es que, con fecha del año de 1484, se conservan mandas testamentarias destinadas a su culto, incluso alguna posterior, más concretamente del año de 1489. Con total seguridad podemos decir que en el siglo XVIII se crean grupos o asociaciones, con carácter religioso, bajo su advocación. Una de ellas es la llamada Esclavitud del Rosario de señoras de Nuestra Señora de los Milagros y que es creada en el año de 1743, para el rezo del Santo Rosario. Otra fue la Congregación Sabatina, creada para agradecer a la Virgen su protección a la ciudad, durante el terremoto de Lisboa del año de 1755. Todas ellas sobrevivían a base de limosnas, que en muchas ocasiones escaseaban.

Nuestra Señora de los Milagros Coronada en su templete.

Uno de los hitos más importantes para la Patrona, así como para la ciudad y la provincia de Cádiz, llegó en el año de 1916, cuando, por bula de Su Santidad el Papa Benedicto XV, se convierte en la primera Virgen de la provincia de Cádiz y en la segunda de la Archidiócesis de Sevilla, en ser coronada canónicamente. Esta coronación tuvo lugar el día 8 de septiembre del año citado, y fue oficiada por el cardenal y Arzobispo de Sevilla don Enrique Almaraz Santos.

El día 13 de abril del año de 1966, ante la cercanía del 50 aniversario de la coronación canónica de Nuestra Señora, se abre expediente para la concesión del título de Alcaldesa Honoraria a Nuestra Señora de los Milagros. El extracto del acta capitular, recoge que es la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío la que propone este nombramiento. La petición es recogida por el Ayuntamiento de la ciudad. Se tienen noticias de otro escrito de la Hermanad de la Flagelación en el mismo sentido.

En la sesión plenaria del día 25 de junio, bajo la presidencia del Sr. Alcalde, D. Luis Portillo, en su punto décimo segundo, se acordó “por aclamación el nombramiento de Alcaldesa de Honor de esta ciudad de Nuestra Excelsa Patrona la Santísima Virgen de los Milagros y que se inicien los oportunos trámites para que sean rendidos honores de Capitán General con mando en plaza”.

El 5 de septiembre de ese año, se da recibo de una comunicación del Gobernador Civil por la que se “concede autorización para la rendición de dicho honores de Capitán General, siempre que los mismos se limiten exclusivamente a los actos oficiales que se celebran el día 8 del corriente mes, fecha conmemorativa del Cincuentenario de la Coronación Canónica de dicha imagen”.

El título completo de la Hermandad es Real, Pontificia, Muy Antigua e Ilustre Archicofradía y Esclavitud de Nuestra Señora de los Milagros Coronada, Patrona y Titular de la Muy Noble y Leal Ciudad de El Gran Puerto de Santa María. El término Esclavitud, en el título de esta Archicofradía, se puede equiparar al de Hermandad, asi como el de Esclavo al de Hermano.

Es gracias a la devoción, cariño y fervor que Nuestra Señora de los Milagros Coronada despierta en la ciudad, que el Obispo de Asidonia-Jerez, S.E.R. don José Mazuelos Pérez, erigió a la Iglesia Mayor Prioral como Santuario Diocesano Mariano, el 16 de septiembre de 2013. De igual manera la elevó a Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros el día 25 de enero del año de 2015, dónde se puede venerar todos los días del año y cada sábado, tras la misa Sabatina de 9 de la mañana, se puede subir a su camarín.