¡Todo se consumó!

¡Todo se consumó!

No hubo problemas de última hora. No hubo nervios con los partes meteorológicos, ya que ni tan siquiera hubo que mirarlos. No hubo enfados, con el que vino a sacar la papeleta de sitio, el mismo día de la salida procesional. Tampoco hubo carreras para ver a esta Cofradía aquí o la otra allá, siguiendo el olor a incienso o el sonido de las bandas. Ni hubo filas de cirios iluminando el camino a los Titulares, ni chirriar de la ruedas de los coches, por la cera en el pavimento. Por no haber, no hubo ni azahar en los naranjos. No. No hubo nada de eso. Parece increíble que algo invisible, imperceptible al ojo humano, haya sido capaz de provocar todo esto.

Todas las Hermandades se quedaron en casa, sin nada que montar, sin flores que poner, sin cera que alinear, sin imágenes que cambiar, sin mantos que colocar. Fue una Cuaresma rara, con la mayoría de Triduos sustituidos por oraciones en el Facebook de las Hermandades, sin apenas besapiés ni besamanos, casi sin ensayos y sin pregón, aunque El Puerto esperará con ganas que, el pregonero de 2020, recite sus versos en 2021, enhorabuena Figue. Espero poder decir lo mismo con el cartel o, al menos, con el cartelista y que el compañero, Antonio Montero, sea quien nos anuncie la Semana Mayor portuense del próximo año (ahí lo dejo). Fue un Viernes de Dolores atípico, sin Agrupaciones ni Hermandades por calles y barrios. La Entrada en Jerusalén no abrió las procesiones en ningún lugar. El inicio de la Semana Santa se vería truncado. Un Domingo de Ramos de silencio, de muerte y de tristeza por todo lo que estamos viviendo. Un Domingo de Ramos que se tiñó de oscuro y, tras él, todo se vendría abajo. ¿O no?

Se han podido seguir Oficios por televisión, por páginas web o por Facebook en unos templos vacíos, oscuros, silenciosos. También hemos podido ver la Semana Santa portuense, de años anteriores, en Onda Pasión. Un arduo trabajo que Alberto Ortega ha capitaneado, sin descanso, junto a todo el equipo de OndaPasion.com, al que aprovecho para dar la enhorabuena y por supuesto al compañero Luismi de Mundo Cofrade por su colaboración, para poder llevar y ofrecer entrevistas, fotografías e imágenes, para los más nostálgicos de la Semana Santa, que abríamos el pasado Jueves de Pasión, que coincidía con el decimoquinto aniversario de la muerte de san Juan Pablo II, con la Hermandad jerezana de Bondad y Misericordia y que cerramos, de manera brillante, con la Resurrección de Cristo y con las hermosas palabras que mi siempre querido, admirado y respetado AMIGO, Fernando Durán Rey, ha tenido a bien ofrecernos, para hacernos participe, una vez más, de las vivencias y la actualidad. Unas palabras capaces de emocionarnos y transportarnos a tiempos grandes, de las retransmisiones radiofónicas, de la Semana Santa portuense.

Por desgracia, también ha sido una Semana Santa donde muchos comentarios que se han podido leer, han sido del tipo «Este año no podré ser tus pies» o «Qué pena que este año no salga ninguna a la calle». Ojalá esas personas encuentren el verdadero sentido de todo esto, que no es exclusivamente el de sacar un paso a la calle, y entiendan que hay otra manera de vivir la Semana Santa, aunque no haya procesiones, y disfruten de su Hermandad, en el caso que sean hermanos de alguna, los 365 días del año.

Ha sido una Semana Santa histórica, por el no procesionar de ningún paso. Por cómo nos hemos tenido que adaptar a la nuevas tecnologías, para seguir las retransmisiones, de años atrás, que nos ofrecían las redes sociales y las televisiones que, igual, nos ha servido para aprovecharlas y verlas con más tranquilidad, para saborear cada minuto o apreciar detalles que, quizás, con las prisas de los años pasados, no hemos sabido ver. Una Semana Santa que, en lo personal, la he vivido con tranquilidad y sin angustias ya que, por suerte, se que no se termina el mundo por no salir a la calle en procesión. Y lo dice uno que fue de la Humildad y Paciencia, que se ha mojado o se ha quedado en la capilla de la Aurora varios años.

Debo reconocer que yo no soy muy de salidas extraordinarias, y mucho menos sin una justificación sólida, y no perderé el tiempo en pensar en pasos en septiembre, en Magnas o extraordinarias, con el único fin de quitarle el gusanillo a algunos, máxime cuando lo extraordinario, lo hemos hecho ordinario, por el gran número de procesiones de ese tipo que hubo, hay y habrá. Igual sería más factible hacer una solemne misa de Acción de Gracias, en una iglesia amplia de cada ciudad, y que el cepillo se destine para los más necesitados, que son y serán bastantes. Aunque estoy casi seguro que, los de las magnas y las extraordinarias, no asistirán, ya que igual, sólo les interesa el folklore. Cada cual tiene sus prioridades.

Algunos se preguntan si podemos decir que la Semana Santa de 2020 ha pasado o simplemente ha quedado una página en blanco, sin escribir. Quizás la Semana Santa de 2020 sí ha existido. Quizás Jesús entró en Jerusalén, cuando un enfermo salió de la UCI. Quizá sí hubo Jueves Santo, Día de Amor Fraterno, en esas oraciones para que nuestros amigos y familiares no cayeran en la enfermedad. Quizás sí hubo última cena, cuando cientos de voluntarios repartieron comida a nuestros mayores y a los más necesitados. Quizás sí hubo dolor, crucifixión y soledad en cada familia que ha perdido a algún familiar, por culpa del dichoso coronavirus, y no se pudo despedir de él. Quizás si hubo Resurrección con las miles de personas que han sobrevivido a la mayor pandemia que, a muchos, nos ha tocado vivir. Quizás, si somos capaces de verlo, hayamos entendido el verdadero significado de todo esto y hayamos comprendido que sí, que ha existido la Semana Santa de 2020 y que podemos hacer que ésta, la Semana Santa de este año, permanezca para siempre en nosotros.

Espero que la Resurrección transforme a todos y cada uno. Que nos haga mejores personas y mejores cristianos. Que nos haga centrarnos en lo verdaderamente importante. Ya habrá tiempo de hablar de pasitos, de querer quitarse la espina del costal y del chunda chunda. Ahora es tiempo de aunar fuerzas, mirar con esperanza, fe y caridad al futuro y quedarse en casa, pensando en lo que está por venir y, porqué no, en la nueva Semana Santa, la de 2021, que nos espera.

Feliz Pascua de Resurrección.

Sueño de una noche de invierno

Pudiera parecer que voy a contar algo relacionado con la comedia que William Shakespeare escribiera alrededor de 1595, titulada «Sueño de una noche de verano», donde se narra los sucesos ocurridos durante el casamiento de Teseo, duque de Atenas, con Hipólita, reina de las amazonas, pero nada más lejos de la realidad… ¿O no?

Lo que cuento a continuación también tiene que ver con uniones, pero uniones de personas por caprichos del destino. Todo esto sucede una tarde noche de invierno, cuando se crea un grupo de WhatsApp, con gente conocida y gente que nono habíamos hablado nunca, en el que se empieza a preparar lo que más tarde debiera ser, allá por el Domingo de Pasión, uno de los actos centrales de la Semana Santa: Su pregón.

Un grupo de locos, como Figue, Fran, Alberto, Jesús, Antonio, Raúl, Ignacio y este que les escribe (aunque reconozco que yo en menor medida) fueron dando forma a un acto majestuoso, único y que marcaría un antes y un después en los pregones cofrades portuense y, porque no decirlo, fuera de la ciudad.

Poco a poco fue tomando forma. Se propusieron cosas y otras quedaron por el camino. Reuniones, charlas, ideas y un sinfín de mensajes, donde el propio pregonero, atacado de los nervios, reconocía la ilusión y las sensaciones que estaba sintiendo. Un pregonero que, porque no reconocerlo, pensé que su falta de recorrido en cuanto a pregones, iban a hacer de su pregón algo que, igual, no estaría al altura. Con ilusión, trabajado, ayuda y, sobre todo, con ganas ha derrumbado todas esas barreras.

Un grupo de locos que, debo reconocer, me han devuelto la ilusión por este mundillo, que algunas personas me hicieron casi aborrecer con sus actitudes y sus actos, alejados de lo que debe ser una Hermandad y el mundo cofrade.

Pero para este mundo de locos y para el resto del loco mundo, el tiempo se paró. El maldito coronavirus vino, vio y venció. Lo que en un principio se veía lejano, pasó a ser una triste relaidad: «Las procesiones, no saldrían a las calles». No se montarían Ios pasos, ni se atronillarían candelabros, ni se alinearían las candelerías. La Cuaresma se acortó y muchos proyectos de OndaPasion, quedaron parados, hasta la próxima Cuaresma, hasta la próxima Semana Santa. Una Semana Santa que no será pregonada, aunque la Semana Santa de 2021 ya nos espera.

A Alberto Ortega, Antonio Montero, Raúl Cordero, Jesús Gómez, Ignacio Gilabert, Manuel Rascón, Figue y Fran Ganaza, simplemente daros las gracias por todo el esfuerzo y cariño puesto en estas semanas, por vuestra dedicación y vuestra tiempo. A todo este equipo de locos GRACIAS. Al resto de cofrades, de los de verdad, de los de los 365 días del año, ánimo… Ánimo y a estar atento a nuestra web y nuestras publicaciones, ya que aunque las procesiones no estarán en las calles de nuestra ciudad, seguiremos informando de todo lo que dará los proximos días y meses. Y para los que no pueden vivir sin un paso en la calle, no desesperen que quedan las Glorias y las salidas extraordinarias… Y la Semana Santa de 2021.

Y si no sale, ¿Qué?

«Han creado esto para que no haya Semana Santa» «Se quieren cargar la Semana Santa» «Lo que quieren es que no tengamos Semana Santa». Estas, y otras más, son algunas de las frases, por no llamarlo de otro modo, que he podido leer y oír en estas semanas, con respecto al coronavirus, como si el maldito virus coronado sólo afectase a católicos, cofrades y capillitas practicantes y hubiera sido creado por alguna mente tóxica, para soltarlo justo ahora y fastidiar la Semana Mayor.

Algunos ya ponen el grito en el cielo, porque han tenido que suspender algunos ensayos, en varias ciudades andaluzas y ya se habla, desde las autoridades competentes, que, como las Fallas, igual la Semana Santa se vea afectada por el dichoso virus.

Para estos, los paranoicos de una semana, el mundo se les viene encima porque no verían pasos en las calles, ni bandas a las que grabar, oir y reproducir en su móvil como una matraca.

Para estos, los paranoicos de una semana, el mundo se les vienen encima porque no podrían sacar «su» paso cada día, ni podrían despotricar de esta o aquella banda o ver qué marcha será la siguiente que sonará.

Para estos, los paranoicos de una semana, todo se limita a eso, a una semana, así de simple y así de vacío, sin ni siquiera pensar que la Semana Santa no será jamás suspendida ya que, aunque no haya desfiles procesionales, y digo bien desfiles para ellos, la Semana Santa tendrá su máxima expresión en la misa de Palmas, en la Eucaristía del Jueves Santo, día del Amor Fraterno, o en la Pascua de la Resurrección.

Es normal que se agobien y pongan el grito en el cielo, porque de lo descrito en el párrafo anterior, poco o nada de idea tienen. Sólo se les pasará por la cabeza hablar de estrenos, de marchas, de bandas y capataces. De la pena que les da que aquel Cristo no lo saque Fulano o de que el otro Cristo lo montarían en un paso y lo «guapo que quedaría».

Que conste que soy el primero en pensar qué estrenará esta o aquella Hermandad, en quién habrá modificado el itinerario y qué planning habrá que seguir, para poder ver el mayor número de Hermandades en la calle, pero por encima de todo soy un ser racional, que no ve fantasmas donde no los hay, que no siente atacada su fe por cosas como estas, pues mi fe es mucho más grande que un paso en la calle, que no cree en inventos para destrozar lo nuestro, ni mucho menos en mentes malvadas conspirando para terminar con una semana. Flaco favor hacemos los cofrades, dando vuelo a esas ideas «conspiranoides», que lo único que ayuda es a que nos sigan llamando frikis, y con toda la razón del mundo.

Está claro que el famoso coronavirus podrá, llegado el caso, terminar con las procesiones, pero no tenga la más mínima duda, que la Semana Santa, aunque no haya un sólo penitente en la calle, no se suspende.

«Con la Iglesia hemos topado»

Nos despertamos hace unas jornadas con la noticia de que el Consejo Local de Hermandades y Cofradías de la Línea de la Concepción había informado a la que era, hasta ese momento, pregonera de la Semana Santa, Elena Greandia, de su destitución como pregonera, por orden del obispado. Mediante una carta, firmada por su presidente Juan Correa, la Junta Directiva del Consejo le explicaba a la ya expregonera que, por causas ajenas a su voluntad, se veían obligados a destituirla para tal cometido por estar divorciada de su primer matrimonio canónico y casada por lo civil con su marido actual, con lo que cumple los requisitos, tal como recoge el Papa Francisco en su exhorto «Amoris Laetitia» de 2016, con respecto a los divorciados vueltos a casar.

Con este tema me viene a la cabeza un caso muy similar, de mi etapa como Secretario en la que fue mi Hermandad. Resulta que había un Hermano (lo pongo con mayúsculas por que realmente merece este título más que muchos), que ayudaba como el que más, que colaboraba en todo lo necesario y que, en muchas ocasiones, salvó de algún apuro económico a la Hermandad, organizando rifas, haciendo de postulante o, incluso, de guía artístico, desgranando todos los pormenores de la sede canónica de la Hermandad.

Cual era el grado de compromiso con su/nuestra Hermandad que, en cada convocatoria electoral, se contaba con él, como colaborador de la Junta de Gobierno. Un colaborador que, siempre, trabajó más que muchos miembros de la misma. Una persona que, a mi entender, no ha recibido el respaldo que debiera, por el mero echo de estar divorciado, y por ello decidió dar un paso atrás hace algún tiempo.

Como él mismo bien decía «si valgo para estar de colaborador, para ser contraguía, para dar charlas, para pedir dinero o para hacer un pregón o presentación de cartel, ¿Qué me incapacita para estar, oficialmente, dentro de una Junta de Gobierno? ¿Una norma? ¿Un estado civil?».

Con el caso de mi gran amigo y con el de esta expregonera, se me vienen siempre las mismas preguntas: ¿Pesa más la vida privada de una persona a la hora de ejercer un cargo dentro de una Hermandad? ¿Si esa persona estuviera casada o soltera, tendría más legitimidad para pregonar o para ejercer un cargo? ¿No deberíamos mirar más los actos de la persona, cofrade y cristianamente hablando, en vez de su vida privada o estado civil?

Seguramente muchos diréis qué si está dentro de la Iglesia, debe cumplir sus normas, bien. Pero, si un pregonero no es un cargo dentro de una Hermandad, ¿también debe estar sometido a estas «normas»? ¿No debería primaria más el mensaje que tenga que dar esa persona, en vez de su estado civil? ¿Por que se empeñan algunos, dentro de la Iglesia, en espantar a más gente y en dar más argumentos a quienes la critican por falta de actualización a los tiempos que corren?

Como el propio Papa Francisco dijo «Si una persona busca al Señor y tiene buena voluntad quien soy yo para juzgarla». Quizás el obispo de Cádiz y Ceuta ha perdido una oportunidad de oro para llevar a cabo este mensaje del Papa y quitarse el San Benito de «estirado». Por el contrario parece haber querido sumar otro grado más de antipatía, a los ya conocidos, como su decisión de saltarse a la torera la aprobación, en Cabildo de Hermanos, de la Hermandad del Perdón de Cádiz, de cumplir sus horarios escritos en sus Estatutos o el de querer cerrar una taberna gaditana, arruinando a la humilde familia que la gestionaba desde muchos años, todo por la codicia de una operación inmobiliaria. Quizás el, denominado por algunos curas de su propia Diócesis como el «obispo señorito», ha perdido la oportunidad, para demostrar un poco de empatía.

Por último, ¿deberíamos los cofrades ser más humanos ante estos casos y hacer vivo el mensaje de Cristo del amor al prójimo? ¿Deberíamos «hacer fuerza» y plantarnos ante estas decisiones? ¿Quizas la destitución no debería haber sido de la pregonera, sino de quien la nombró? ¿Deberia haber dicho «No» la nueva prefonera, en solidaridad con la destituida?

Como suelen decir algunos, dentro de la Iglesia los hay más papistas que el Papa o con la iglesia hemos topado. Pero como decía Jesucristo, y me permito hacer mía esa frase: «El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra».

Patronas de Cádiz: Nuestra Señora de la Paz, Medina Sidonia

La imagen de la Nuestra Señora de la Paz, Patrona de Medina Sidonia, se realizó allá por el año de 1738. Es Patrona de Medina desde el año de 1802, aunque es venerada por los asidonenses desde hace mucho más tiempo, allá por el siglo XVIII. El patronazgo le fue concedido por el Papa Pío VII, en bula fechada el 20 de agosto de 1802. El procurador mayor presentó el escrito de la Santa Sede, al Cabildo Municipal, el 21 de octubre de ese mismo año.

El domingo 6 de marzo del año de 1955, terminaron las misiones, que habían comenzado el 23 de febrero. El pleno del Ayuntamiento acordó, en sesión extraordinaria y por mayoría absoluta, nombrar a la Virgen de la Paz su Alcaldesa Perpetua. Ese día en la plaza de España, mientras las campanas daban la señal del ángelus, el alcalde del pueblo colocó, en las manos de la Imagen, su bastón de mando y le impuso la medalla de la ciudad.

El domingo 5 de junio de ese mismo año, un grupo de asidonenses residentes en Cádiz, presidido por el almirante jefe del arsenal de la Carraca, D. José Cervera Tribout, llegó a Medina para ofrecer la medalla de oro de Alcaldesa, que entre todos habían costeado.

El día 23 de enero del año de 1956, el Obispo de Cádiz, erigió canónicamente la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Medina Sidonia, en la iglesia de Santa María que, a día de hoy, sigue siendo su sede canónica. El 14 de abril de ese año, a las seis y media de la tarde, tomaron posesión de sus cargos el Hermano Mayor, D. Diego García de Alzurgaray, y los demás componentes de la Junta de Gobierno: D. Juan Jiménez Pérez, Teniente de Hernano Mayor, D. Antonio María de Puelles, Consiliario, D. José Amosa Utrera, Secretario, D. Emilio Lozano Jiménez, Tesorero, D Pedro Medina Moreno, Vicesecretario, D. Manuel Rodríguez Rosso, Vicetesorero y los vocales D. Manuel Benítez Bello, D. Juan Morales Gómez, D. Alfonso Gómez García, D. José Cantero Moreno, D Manuel Sánchez Sánchez y D. Juan Manuel Moreno Acosta. El acto terminó con un besamanos en el que se repartieron más de 6.000 estampas con la imagen de la Santísima Virgen.

El 25 de julio siguiente, festividad del apóstol Santiago, patrón de Medina, el obispo coadjutor de la Diócesis, Monseñor Antonio Añoveros, bendijo, con asistencia del Corporación municipal y de las demás autoridades locales, la bandera de la Hermandad. En este acto se despidió al padre Rivas, por la llegada del nuevo párroco, el padre Luis López Muñoz.

El día 20 de agosto de 1956, se nombró al padre Rivas Hermano Mayor honorario. El día 6 de junio de 1974, el Ayuntamiento le entregó el título de Hijo Adoptivo de la Muy Noble y Marianísima Ciudad de Medina Sidonia. En este acto se le entregó un pergamino, obra del pintor asidonense D. José María Armengol y Carreras, autor también del dibujo que sirvió de base para mosaico de la Virgen.

La imagen de la Virgen fue restaurada en el año 2014, por el Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla en las especialidades de Conservación y Restauración de Obras de Artes y de Grabado y Diseño, D. David Martínez Amores, en Umbrete (Sevilla). Le realizó una fijación, limpieza y reintegración de la policromía de la Virgen y del Niño, así como un nuevo candelero y brazos a la Santísima Virgen.

«El tío del palo»

8 de diciembre de 2019, Festividad Inmaculista. Jerez. Olor a pestiños, anís y vino dulce. Sonidos de zambombas y villancicos. Luces navideñas y espumillones. Olor a rosas, incienso y sonidos de marchas procesionales y luces de candelería encendida. Jerez, ciudad de contrastes que sabe mezclar perfectamente la Navidad y una procesión extraordinaria, la de la Virgen de la Concepción, que celebraba su aniversario de coronación. Una Virgen de la Concepción Coronada perfectamente vestida, exornada con gusto y llevada con mimo por sus costaleros.

Como en cada procesión, más en las extraordinarias por el dato histórico que conllevan, la gente se echa a la calle y quieren guardar ese momento histórico en sus retinas… Y en sus móviles y cámaras. En éstas tenemos a aficionados y profesionales del vídeo y la fotografía que escogen, con cuidado, el lugar para ver la procesión y el ángulo para poder grabar o fotografiar el momento perfecto y exclusivo. Toda esta planificación se puede ir al traste si, delante del paso, te encuentras a los denominados en este mundillo como los «tíos del palo», y que nos son los enciendevelas. No seré yo quien critique el «intrusismo» de los cámaras amateur, puesto que pienso que todo el mundo tiene derecho a poder guardar, para sí o para mostrarlo al mundo, una saeta, una marcha o cualquier momento digno de recordar. Eso sí, con respeto y cordura a los demás.

Con anterioridad hemos podido descubrir planos, nunca vistos, con la cabeza caliente o cabeza remota de Onda Jerez, que con el tiempo, han ido mejorando. Ya esto parece casi normalizado, aunque algunas veces hemos asistido a pequeños «accidentes» con estos artilugios. Cabe destacar que una cabeza caliente es un tipo de grúa, con una cámara en su extremo más alto, puesta en un punto fijo. Para los cámaras de a pie, les es fácil identificarlas y elegir otro lugar que no les rompa el plano.

En la procesión del pasado día 8 asistimos, y las redes sociales se hicieron eco de ello debido al descontento, a un fenómeno cada vez más extendido: El llamado «tío o tíos del palo». Personas que utilizan alargaderas telescópicas, mayormente grabando en formato video, para tener el mejor y más cercano plano y que hacen el cangrejo, delante de los pasos, para no perderse ni un detalle de la chicotá. He podido seguir por redes sociales y por la televisión esta procesión, y debo reconocer que, en la gran mayoría, salía el dichoso palito, con el móvil en su extremo, de Cofrademanía.

Igual que no me atrevo a criticar a un aficionado a la fotografía o al vídeo, en detrimento de los profesionales, tampoco me atrevería a criticar a alguien que dedica su tiempo, y muchas veces su propio dinero, para poder llevar las mejores imágenes a quienes no pueden asistir a un determinado evento, colgándolas en su página web o YouTube. Eso sí, me atrevo a pedir cordura, en especial a la gente de Cofrademanía, ya que en esta y en anteriores ocasiones, van pegados a la delantera del paso, cual imán, sin tener consideración al resto de compañeros que también quieren ofrecer ese momento sin interrupciones y sin nada atípico delante. A lo mejor, si leen esto, dirán que les da lo mismo y que van a seguir haciéndolo puesto que prima, para ellos, el tener el «mejor» plano. O hasta graban algún vídeo, con porrazo en la mesa incluido, para defenderlo.

Pienso que no todo vale, y menos en el mundo Cofrade, que parece muchas veces como la prensa del corazón: Intentan dar la exclusiva, la foto, el vídeo o el momento nunca visto, sin pensar en los que les rodean. Igual ha llegado el momento de utilizar lo más avanzado del vídeo y la fotografía, para llevar esas imágenes a todas las personas que no lo puedan ver, sin poner en riesgo el trabajo, esfuerzo y dedicación del resto de profesionales y aficionados, que también buscan poder acercar estas imágenes a todos.

Fotografía de Nando Fossati

La rueda y el costal

Pudiera parecer el título de una fábula, pero no lo es. Más bien es un intento de dar respuesta a una pregunta, que muchos se hacen: ¿Por qué la Patrona de El Puerto no se cambia de ruedas a costal? O ¿Cuando irá la Patrona de El Puerto a costal?

Controvertida pregunta que se hace parte del mundo Cofrade portuense, que no desde la Archicofradía, que reverdece al oler a nardos, rondando el mes de septiembre de cada año. La respuesta podría ser bien sencilla: «Porque no». Pero si ahondamos en la cuestión nos encontramos personas a favor y en contra, casi, a partes iguales.

Muchos son los que se preguntan si en otras localidades vecinas, sus patronas, son cargadas por costaleros, ¿Por qué la de El Puerto de Santa María no? Mi respuesta a esta pregunta siempre es la misma: «¿Y por que si?»

Nuestra Señora de los Milagros en su Templete
Nuestra Señora de los Milagros en su Templete

Verdad es que en otras localidades las patronas y patrones van a costaleros, también es verdad que otras van con cargadores o con molía jerezana y verdad es también que la nuestra siempre fue a ruedas. Llegados a este punto me cuestiono lo siguiente: ¿Que razón de peso hay para querer cambiar las ruedas por el costal? ¿Elegancia? ¿Modas? ¿Antojos? ¿Copiar? La verdad es que nunca me he encontrado con un argumento, de peso, para este cambio, amén de la tan mañida respuesta de: «Es que a ruedas no pega, porque en otros lugares va a costaleros». Sin embargo sí he encontrado «argumentos» irrespetuosos que bien podrían valer para otras cosas, tales como que quien quiera empujar un carro, que se vaya a un supermercado. Ni un dirigente de cierto partido político, haría ese tipo de argumentaciones. No hay más comentarios.

La siguiente pregunta que me hago es: ¿La Archicofradía tiene costaleros para este cometido? La respuesta creo que es obvia: No. Para este «problema» también propone alguno una solución: Que cada año la cargue una Hermandad diferente. Cada año una cuadrilla distinta. Cada año un capataz. ¿Es serio esto? Esos mismos piensan que para la Virgen de los Milagros no habría problemas de costaleros, que la gente se volcaría para ser sus pies, así de simple, por el mero echo de sacarla, sin fe, sin devoción, cual sacapasos.

Algunos proponen que, al menos si no se plantea el cambio de las ruedas por el costal, que los que empujan el templete, lo hagan desde dentro, evitando que se vean a estas personas, como sucede en la Custodia de la capital gaditana. Quizá esa sea una opción más acertada y que le daría un cambio sustancial al paso de la Virgen de los Milagros. También es cierto que antes incluso iban empujando el Templete de la Patrona portuense por los laterales, cosa que, por suerte, se suprimió también.

Supongo que esos mismos, que no ven que nuestra Patrona vaya sobre ruedas, son los mismos que no ven como «normal» a la Hermandad de Jesús Cautivo, simple y llanamente por que no entra dentro de los cánones de Cofradía «normal». Esos mismos que lo quieren «sevillanizar» todo con el único argumento de que en Sevilla se hace así y ahí comenzó todo, y que no entienden que en la singularidad de un templete o unas andas, como las de la Patrona o la del Cautivo, también está lo original, lo añejo, lo tradicional… Lo portuense.

Cambiar por cambiar nunca fue un argumento de peso, al menos para mí, en ningún ámbito… Y en el Cofrade, tampoco. Se cambia para mejorar o se cambia algo que no funciona, pero no se debe cambiar con el único argumento de que «a mí no me gusta» o «es que en otros sitios no es así». Y, sincera y personalmente, creo que no mejoraría este cambio.

Mantengamos nuestras costumbres, nuestra seña de identidad, como los guiones abriendo el cortejo procesional de nuestras Cofradías que, poco a poco, también se van perdiendo, y si algo no funciona, adelante, a cambiarlo pero no por modas o gustos personales, sino por que realmente no funcione.

Nuestra Señora de los Milagros en el interior de la Basílica que lleva su nombre.

Desde aquí también invito a esas personas a que se hagan Esclavos o Hermanos de la Patrona. Que vivan la Hermandad desde dentro, que sepan de su día a día, casi desconocido para la mayoría, de su novena en mayo y su octava en septiembre o de la Sabatina matutina de cada sábado. Que participen de sus Cabildos y, por qué no, propongan este cambio en uno de ellos.

Creo que la Esclavitud tiene otras necesidades más acuciantes, como una casa de Hermandad, o restaurar su amplio, importante, rico e histórico patrimonio, además de gente que arrimen el hombro. También es verdad que si, llegado el caso, se planteara algún cambio de ruedas a costaleros, lo principal sería acometer unas reformas costosas, como cambiar toda la mesa del paso, para darle más altura, así como calar los respiraderos, que en la actualidad son de una pieza y sin calar.

Mientras unos se preguntan si es mejor seguir a rueda o cambiar a costaleros, yo me limito a cuidarla de la manera que Ella me eligió, en el año 2016, que es exornando con flores su capilla cada semana y su templete cada 7 de septiembre, vaya a ruedas, costal, molía o como Ella quiera.

David Romero Otero

Patronas de Cádiz: Nuestra Señora del Rosario Coronada, Cádiz

La Hermandad del Rosario de Cádiz, compuesta en sus principios por esclavos negros residentes en la ciudad, surge a finales del siglo XVI, en la antigua ermita del Rosario, hoy parroquia del mismo nombre.

Cuando llegaron los frailes dominicos a Cádiz, y fundaron su propio convento, se hicieron cargo de la dirección espiritual de la Hermandad, que la trasladaron, y se llevaron la imagen titular al citado templo, en el año de 1636.

Esta efigie fue realizada sobre el año de 1598 y su autor se desconoce. Fue tal la devoción que despertó esta Virgen que Fray Pablo de Cádiz, funda hasta quince compañías espirituales, que cada noche cantaba públicamente los misterios del Santo Rosario por las calles de la capital.

La actual imagen de Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Cádiz, es la cuarta que existe desde que se fundó el convento de Santo Domingo, y que vino a sustituir, y guardando gran parecido, a la antigua imagen desaparecida en los disturbios del día 11 de mayo de 1931, carbonizada, de la que sólo se salvó las manos y el Niño Jesús.

Ese mismo día, un grupo de personas incendiaron el convento y los dominicos, antes de huir, sacaron el Santísimo Sacramento y las manos de la Virgen y el Niño Jesús.

Nuestra Señora del Rosario Coronada en su paso.

Una fotografía fue puesta en el altar de la capilla de la Coronación de la Señora, en la Catedral Vieja, hoy parroquia de Santa Cruz, para intentar llenar el hueco que había dejado la Patrona en los gaditanos.

En el año de 1933, en los madrileños talleres de Félix Granda, se talló una nueva imagen de la Virgen del Rosario, con las manos y el Niño Jesús de la anterior, pero no gustó nada en Cádiz, ya que no se parecía en nada a la anterior y fue conocida popularmente como «La Rubia de Granda» por sus pelos y sus ojos claros. Una nota de prensa de la época decía:

«…se ofrece en la hornacina una imagen de la Santísima Virgen del Rosario, cuyas manos y el Niño Jesús que sostiene en ellas, pertenecen a la imagen destruida».

En el año de 1943 se retiró esta imagen del culto y estuvo, durante muchos años, en una habitación, próxima al camarín donde actualmente se aloja la Patrona, aunque parece ser que ya no se encuentra en ese lugar, y se desconoce su actual paradero.

Fue en ese mismo año de 1943, cuando el escultor sevillano José Fernández Andes, que había ingresado en los Dominicos, cuando hizo la actual imagen, a la que también se le colocaron las manos y el Niño Jesús de la imagen calcinada.

Primer plano de la Santísima Virgen

Tras volver a reiniciarse el culto en el convento y devolver a la Virgen al culto, se puso en marcha la concesión de la Coronación Canónica, que se hizo efectiva por parte del Cardenal y Arzobispo de Sevilla, Pablo Segura, el 4 de mayo del año de 1947.

La fama de milagrosa de la Virgen del Rosario, intercediendo en las epidemias de los años de 1681 y de 1730, corrió rápidamente por la ciudad. Estas intervenciones milagrosas hicieron que, en el año 1755, con el terremoto de Lisboa, el pueblo de Cádiz, acudiera hasta las puertas del convento de Santo Domingo, para que los dominicos sacaran en procesión a la Virgen. El ayuntamiento tubo a bien, nueve días después, nombrar a la Santísima Virgen del Rosario, Patrona y Protectora de Cádiz, que la Santa Sede ratificó el día 25 de junio de 1867, mediante bula firmada por Su Santidad Pío IX y siendo obispo de Cádiz Fray Felix.

La Santísima Virgen del Rosario ostenta los honores de Capitán General, concedidos por los marinos, que la consideran como Patrona de la Armada Española, desde la victoria en la batalla de Lepanto, el 7 de octubre de 1571.

Desde el día 26 de mayo del año de 1967, luce la vara de Alcaldesa.

La Virgen del Rosario procesiona en dos ocasiones al año: En la festividad del Corpus Christi y en el día de su onomástica, el día 7 de octubre, y viene precedida de una novena y una ofrenda floral. Durante estos actos, se canta los gozos que el Beato Fray Diego de Cádiz le dedicó:

«Cantemos con devoción a la que es de Dios Sagrario; Señora, por tu Rosario, logre yo mi salvación».

Patronas de Cádiz: Nuestra Señora del Rosario Coronada, Rota.

Se sabe que en el siglo XVI, la Hermandad, que ya existía, encargó realizar una imagen de la Virgen del Rosario. Está Imagenio es de candelero, con rostro bello y sereno y que sostiene en su mano izquierda al Niño Jesús.

La Santísima Virgen ha sido restaurada en varias ocasiones: En el año de 1856, en el año de 1943, retocándole la cara y en el año de 1950, cuando fue restaurada por el escultor Ribera. Entre los años de 1987 y 1989 las imágenes de la Virgen y el Niño son restaurados por el reputado profesor Juan Manuel Miñarro López.

Se sabe que, por estilo y proporción, las manos lo son las originales de la imagen, así como el cuerpo aparecía desproporcionado y la cabeza una al cuerpo de manera extraña

La policromía que tenía no era la original. Se pudo demostrar ya que la pasta que rodeaba sus ojos, la policromía era la misma que la del resto de la cara, no presentando repuntes, que hubieran apuntado a lo contrario. Está policromía es, probablemente del siglo XVII, en que la imagen, como otras tantas, debió ser adaptada a la moda de la época, de tal manera que se pensaba que la imagen era de este siglo.

Posee la imagen ojos de cristal que, naturalmente, no son de la época original. Es más que probable que la Virgen tuviera los ojos talados, y eso se puede asegurar, por que los ojos de cristal fueron colocados desde fuera, ya que ni los párpados ni la órbita presentan la madera original, sino una pasta de estuvo que se colocó sobre la cuenca ocular, una vez que éste fue puesto en el hueco vacío.

Nuestra Señora del Rosario Coronada en su paso.

Ha sido con esta última restauración del profesor Miñarro, con la que la imagen ha vuelto a recuperar gran parte de su estado primitivo, resaltando la encarnadura, similar a la que el Niño Jesús posee.

No se puede documentar, de manera fidedigna, el origen de la devoción a la Virgen del Rosario de la Villa de Rota. Lo que si se sabe es que el 28 de enero del año de 1653, el Rvdo. Padre Fray Francisco de San Lorenzo, Comendador del Convento de Mercedarios Descalzos de la Villa, solicitó al Ayuntamiento que se nombrase Patrón de Rota a san Pedro Nolasco, acordándose en Cabildo acceder a tal petición, nombrándolo en segundo lugar, después del patronato de la Nuestra Señora del Rosario, que ya en aquella fecha era consideraba patrona desde “tiempo inmemorial”

El documento más antiguo que hace referencia a la existencia de una Cofradía con el título del Rosario, es del año de 1671, en el que consta que Doña Juana Izquierdo comenzara a construir una capilla para Nuestra Señora del Rosario. Así mismo dejaba en su testamento sus bienes en favor de la Cofradía del Rosario, para que se siguiera con la obra de la capilla.

Entre los años de 1751 y 1810, se mantuvo la costumbre de sacar, a la puerta de la iglesia a la Virgen, ante la grave calamidad que afectaba a la Villa. Se suspendió en el año de 1810, por motivo de la invasión francesa, sacando el estandarte de la Cofradía escoltado por faroles. Esto se mantuvo durante bastantes años, hasta que desapareció entre los años de 1885 y 1894, debido al enfriamiento de la religiosidad y a las turbulencias políticas del país, motivando que las fiestas del Rosario, casi desaparecieran.

En el año de 1755, el maremoto de Lisboa derrumbó la capilla de la Virgen, lo que hizo que en el año de 1758 comenzarán las obras para levantarla de nuevo.

Primer plano de la Virgen del Rosario, Patrona de Rota.

El 13 de septiembre de 1805, el rey Carlos IV, aprueba la separación de la Hermandad filial de Cádiz, constituyendo sus propias Reglas, por lo que la Hermandad ostenta el título de Real y Antiquísima. El ayuntamiento reitera el nombramiento de la Virgen del Rosario cómo patrona de Rota, que lo era desde tiempo inmemorial, de igual manera se acordó, como era tráfico, que el ayuntamiento asistiera a la Función que se celebraba anualmente en Honor a su Patrona.

En el año de 1883, la Banda de Música Municipal acompaña por vez primera a Nuestra Señora del Rosario, en su salida procesional anual del mes de octubre.

En el año de 1936, se lleva a cabo la reorganización de la Cofradía, siendo desde entonces cuando toma un mayor reconocimiento entre los cofrades. Desde entonces se puede hablar del resurgir de la Hermandad del Rosario.

El 4 de mayo de 1947, con motivo de la Coronación Canónica de Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Cádiz, la Virgen del Rosario de Rota viaja en barco hasta la capital.

El 10 de enero del año de 1951, el ayuntamiento de la Villa acordó, en sesión plenaria, nombrar a la Patrona Alcaldesa Honoraria, encabezando la Corporación Municipal la suscripción pública del bastón y medalla, como atributos del cargo que en adelante ostentaría la Virgen. El 11 de agosto de ese mismo año, se celebró la solemne entrega del bastón de mando de Alcaldesa. El 19 de agosto la Patrona de Cádiz visitó Rota.

En el año de 1959, el Ayuntamiento acuerda, en sesión pelnaria, poner el rosario en el escudo de la ciudad.

El 10 de agosto de 1972, el ayuntamiento concede a la Virgen del Rosario la medalla de oro de la Villa.

El 25 de marzo de 2003, el obispo de Asidonia-Jerez, Don Juan del Río Martín concedió, mediante Decreto, la Coronación Canónica a la Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Rosario. La misma tuvo lugar el 7 de octubre de 2003, festividad de Nuestra Señora del Rosario, fiesta local en la Villa y último día del Año del Santo Rosario, proclamado por su Santidad, el Papa san Juan Pablo II.

Patronas de Cádiz. Nuestra Señora de Regla Coronada, Chipiona.

Nuestra Señora de Regla Coronada, es una talla de pequeñas dimensiones, de unos 62 centímetros de alto, realizada en madera, de estilo románico, que sigue la iconografía mariana de las Vírgenes negras. Es una imagen que cuenta en su haber con numerosos hechos prodigiosos, curaciones y algún milagro. Según se cree, la Virgen de Regla, siempre ha sido de color oscuro, así lo recuerda los Cantares de Salomón: «Negra soy, pero hermosa hija de Jerusalén».

La historia de la Virgen de Regla se remonta al siglo IV, entrecruzándose la historia y las leyendas. Se cuenta que el origen del título de Regla se debe a que, la Santísima Virgen, es la que guarda y custodia las reglas de los frailes Agustinos.

Primer plano de Nuestra Señora de Regla Coronada (Foto de Alberto Reyes)

Según dice el escrito de fray Diego de Carmona Bohórquez, la primera imagen de la Virgen de Regla fue mandada a hacer por el mismísimo san Agustín, doctor de la Iglesia, cuando era el obispo de Hipona en el norte de África, tras la revelación de un ángel. El santo veneraba a la Virgen en su oratorio.

A la muerte de san Agustín, en el año 443 la comunidad de Hipona fue atacada por maleantes y el diácono Cipriano y varios monges de la compañía, tuvieron que huir hacia España, recalando en Chipiona, el 2 de julio de ese año, con la imagen de la Santísima Virgen, que san Agustín les dejó. En el viaje tuvieron que sortear una fuerte tormenta en el estrecho de Gibraltar. Al llegar colocaron la imagen frente al mar. Desde su llegada a tierras gaditanas comenzó a crecer la devoción a la Virgen, hasta tal punto que se le construyó un monasterio en su honor.

Desde España, los devotos de Santa María de Regla, principalmente los frailes Agustinos, propagan la veneración por muchas partes del mundo. Llegó a su apogeo en el siglo XVIII. Hoy día, Nuestra Señora de Regla, se venera en España, Cuba, Miami, México, República Dominicana, Filipinas y los Países Bajos.

Con la llegada de las tropas musulmanas, en el año 713, el prior del monasterio, Simón, esconde a la Virgen en un pozo cercano del lugar de culto, bajo una higuera, junto con utensilios de misa y una lamparilla encendida.

Tras la victoria del Rey Alfonso X El Sabio, en el siglo XIII, la Virgen de Regla, en una visión a un canónigo regular de la catedral de León, le muestra el lugar exacto donde se encontraba escondida, y le pidió que fuera a desenterrarla, para devolverla a su monasterio. El canónigo siguió las órdenes y, cuando se encontraba descansando en el sitio, bajo una higuera, escuchó una voz angelical que le decía: «Éste es mi lugar «.

La Virgen de Regla en su paso dentro de su Santuario (Foto de Alberto Reyes)

Trabajó con entusiasmo y fe en el lugar y » ¡Oh portento!», exclama en su narración el Fray Tomás de Harrera, halla el lugar sagrado, así como una lámpara encendida. Al parecer, se conserva hoy día, un cáliz de los que estuvieron enterrados. Junto con la Virgen. Se devuelve a la Señora al que, tiempo atrás, fue su templo, y se levanta una pequeña capilla o Humilladero, en la actualidad muy modificado, en el lugar donde permaneció enterrada, y que hoy se puede ver junto al Santuario. La Virgen de Regla había permanecido oculta durante 617 años.

Nuestra Señora de Regla es Patrona de la Villa de Chipiona desde hace 411 años, concretamente desde el año de 1608.

El 5 de septiembre del año de 1954, el cardenal Segura, coronó canónicamente a Nuestra Señora de Regla, ante la atenta mirada de más de setenta mil personas, que ocupaban toda la explanada frente al Santuario.

La coronación contó con la presencia de los Arzobispos de Colombia y de Fussala, del Duque de Terranova, en representación del Ministro de Asuntos Exteriores, y del General Merry del Val. Sus padrino fueron los Infantes de Orleáns.

Sus fiestas patronales están declaradas de Interés Turístico de Andalucía y terminan con un castillo de fuegos artificiales, a la recogida de la Virgen, desde la playa de Regla, cada 8 de septiembre.