… ¡Ahí quedó!

Se abría la Cuaresma de 2019, con un Miércoles de Ceniza lluvioso y desapacible, que finalmente acabaría por cumplir aquello de que «sí llueve en Miércoles de Ceniza, llueve en Semana Santa».

Como si nada, se fueron cumpliendo jornadas, y Cultos, besamanos y besapiés se celebraron en cada Hermandad cumpliendo con su cita cuaresmal.

Un nuevo Domingo de Pasión llegó y con él, el brillante pregón de Constanza Jiménez Solís, que dio paso a la antesala de la Semana Mayor portuense.

Llegó y se fue… La Semana Santa vino y se nos escapó de las manos, en un abrir y cerrar de ojos.

La lluvia fue protagonista en la segunda parte de la semana, aunque a penas hizo deslucir las procesiones. Como se suele decir, en esta vida nunca llueve a gusto de todos y, para un Cofrade, la lluvia en Semana Santa nunca es bien recibida.

VIERNES DE DOLORES.

Se estrenó la Carrera Oficial portuense de 2019 con un hito histórico, debido a la entrada en la misma de las Agrupaciones del Viernes de Dolores por vez primera. Una Carrera Oficial perfectamente engalanada desde ese día, así como la fachada principal de la Casa Consistorial.

Como novedad, nos traía este día el adelanto de lo que será el paso de Dolores de san Francisco, con el dorado de parte de la canastilla y la que, presumiblemente, será una de las últimas salidas del actual Titular del Prendimiento.

SABADO DE PASIÓN.

El Sábado de Pasión se abrió en Vallealto, con un Señor del Soberano Poder renovado por su autor, que cumplió con su visita al cuerpo de bomberos de la ciudad y sonando, cada vez más, su acercamiento al centro de la ciudad.

También es este el día para el Beso de Judas, una Asociación que parece apuntar alto, en lo que a caridad se refiere, y que una vez más tuvo a su barrio acompañándola.

DOMINGO DE RAMOS.

El Domingo de Ramos y palmas amaneció brillante, con buen tiempo y hasta con algo de calor y puso en la calle a una Hermandad de la Borriquita que, salvo por la estética y algún problema con la palmera, supo una vez más abrir la Semana Santa portuense de forma brillante. Destacó el exorno floral de la Virgen de la Entrega por su elegancia y el buen trabajo de sus costaleros.

La otra Hermandad de este día, Flagelacion, puso el estreno de esta Semana Santa en la calle, con un nuevo paso para el Señor, que se presentó en la primera fase de carpintería, y la Virgen de la Amargura estrenando borlas de bellotas en las bambalinas y un exuberante exorno florar, con uvas incluidas.

LUNES SANTO.

El Lunes Santo amanecía algo más fresco que el día anterior, el tiempo acompañó y se pudo disfrutar de una jornada tranquila.

Afligidos puso en la calle un ordenado y nutrido cortejo, y presentó el dorado de parte de la canastilla del paso del Señor. El silencio que acompañó al Señor del hospital, sólo fue roto por los aplausos de parte del público que, parece, aún no comprender que hay ciertos momentos de la Semana Santa en los que no se debe aplaudir. La Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos, salía al son de la marcha real y la marcha Cristo de la Alcazaba la ponía en la avenida de Micaela Aramburu de Mora.

MARTES SANTO.

El Martes Santo lució un cielo azul y una temperatura más que agradable. En esta jornada, la Hermandad de los Cerillitos abrió los desfiles procesionales a las seis y cuarto de la tarde. Apareció el crucificado de Ovando y sonó el himno, engarzado hasta tres marchas seguidas, con la elegancia que nos tiene acostumbrado. Salía la Virgen de la Piedad, al son de la marcha, para ponerse en la calle entre rosas y liliums.

Dolor y Sacrificio es sinónimo de recogimiento y oracion. Jesús Cautivo lucía túnica blanca, sobre un monte de claveles. Por su parte María Santísima del Dolor y Sacrificio iba ataviada con ropa de hebrea y tocada con aro de estrella, mientras sus Hermanos de fila rezaban las estaciones del Vía Crucis. Finalizó la jornada con un desapacible viento, que hacía presagiar lo que ocurriría el día siguiente.

MIÉRCOLES SANTO.

Amaneció el Miércoles Santo con fuerte viento de levante y algo de nubosidad, como ya anunciaran los partes semanas atrás y con la incertidumbre meteorológica presente.

La tarde se presentaba complicada y los nervios estaban a flor de piel en la Hermandad del Huerto, que reunió a su Junta de Gobierno y decidió pedir una dispensa y aplazar su hora de salida una hora más tarde.

Finalmente hizo su salida procesional, una hora después, bajo un cielo amenazante de nubes negras y cerrando el día a las dos y trece de la madrugada del Jueves Santo.

JUEVES SANTO.

No hay lugar a dudas de que el Jueves Santo, día del amor fraterno, es de los días más complicados, meteorológicamente hablando, de la Semana Santa. Quizás la Hermandad de Humildad y Paciencia sea de las más perjudicadas por la lluvia, bien sea por recibir una mojada en pleno desfile procesional, bien por quedarse en casa por dicho motivo. Sea como sea, la mañana del Jueves Santo se tornaba nubosa y con lluvia, dejando paso a una tarde más despejada y con el sol y las nubes siendo protagonistas.

La Humildad decidió echarse a la calle y, a la hora acordada, plantó su cruz de guía en la calle Espíritu Santo. Tras un nutrido número de nazarenos, hizo su presencia en el dintel del convento el paso de Cristo pensante, que este año lucía sobre un monte de claveles rojos, y, tras la difícil maniobra de salida, comenzó su procesionar por las calles portuenses.

Poco tiempo después haría lo propio el paso de palio de Nuestra Señora del Desconsuelo que, como estreno significativo, lucia unos nuevos candelabros de cola con diez brazos, del taller sevillano de Manuel de los Ríos e iba exornada con claveles de color rosa.

Fue un Jueves Santo sin sobresaltos en cuanto a la meteorología y que se desarrolló de forma normal.

MADRUGADA.

Llegó la Madrugá, cada vez menos madrugada y más alba, y la Hermandad del Nazareno, como novedad, hacía su salida procesional, desde la Basílica Menor con banda, a las seis de la mañana.

Transcurría la jornada de manera normal, cuando eran algo más de las once y media de la mañana, y un fuerte aguacero les sorprendía, enfilando la última parte de su recorrido. La Hermandad decidió no romper la Cofradía y seguir un paso al otro, teniéndose que recoger de forma apresurada y cerrando de esta manera la Madrugada del Viernes Santo, en la que la lluvia quiso ser la protagonista.

VIERNES SANTO.

Después del sobresalto, con la lluvia de la mañana, la jornada de tarde del Viernes Santo se presentó un tanto difícil e hizo que las Juntas de Gobierno de las dos Corporaciones de este día, se reunieran y decidieran atrasar sus salidas.

Finalmente saldría una hora más tarde la Hermandad más antigua de la ciudad, Vera+Cruz, poniendo en la calle Cielos al único de sus pasos, con la antiquísima talla de Cristo crucificado, acompañado por la titular mariana de Sebastián Santos, la Virgen de Consolación y Lágrimas.

La otra Hermandad del día saldría con media hora de retraso sobre el horario inicial, para no interferir a Vera+Cruz. Aún así hubo un momento del recorrido en en que la Hermandad de la Soledad, tuvo un parón. Así, la Hermandad de la Soledad y el Santo Entierro, se puso en la calle a eso de las ocho y veinte de la tarde, abriendo el cortejo la Cruz de Guía y las diferentes representaciones de las Hermandades que quisieron acompañarla. Le seguiría el paso alegórico de las Escaleritas y más tarde el impresionante paso plateado del Santo Entierro. Nuestra Señora de la Soledad saldría minutos más tarde, con paso firme y pausado en la mecida.

A pesar de la demora en la salida, la Hermandad de la Soledad, se recogería incluso antes de su horario previsto inicialmente.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN.

Salió la original Cruz de Guía de la Sagrada Resurrección y tras ella las representaciones de las Hermandades de Borriquita, Flagelación, Cerillitos, Nazareno, Humildad, Soledad y Vera+Cruz. Transcurría el cortejo de la Cofradía y salía el paso con Jesús Resucitado, entre repique de campanas, que tras cruzar el dintel de la Basílica, iniciaba su procesionar por las calles para anunciar que Cristo había Resucitado.

En torno a las 14:30 horas, la Semana Santa 2019 finalizaba, cuando Jesucristo Resucitado entraba en la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros, al son de los últimos toques de la banda.

Estos fueron los últimos momentos de una Semana Santa completa, ya que salieron todos los paso a la calle, con sus luces y sombras que deberán ser analizadas en el seno de cada Hermandad y en el del propio Consejo Local de Hermandades y Cofradías.

Una Semana Santa que podríamos decir, está en construcción, debido, entre otras cosas, al gran número de pasos de Misterio (hasta 10, contando las vísperas), que están en proceso de ser terminados, pero que cuando estén finalizados, serán grandes obras que servirán para engrandecer la Semana Mayor portuense.

Una Semana Santa que ha quedado perfectamente plasmada en los vídeos de Alberto Ortega Moreno y en las fotografías que ilustran esta página y este resumen de Antonio Montero y Raúl Cordero Zarzuela.

Por mi parte dar las gracias al equipo de OndaPasion por su confianza y recordarles, a todos cuantos siguen está página, que quedan 348 días, para el 5 de abril, que nos traerá un nuevo Domingo de Ramos.